Durante siglos, ha estado hermoseando nuestros campos.
Ese árbol colosal, de abundante follaje, que nos mira a los cubanos desde su estatura gigantesca de veinte metros.
Ah, pero en el habla de nuestros guajiros, cuando se refieren a alguien ambivalente, que suele tener dos caras, dicen: “Éste es como la yagruma”.
Y todo se debe a que las preciosas hojas del árbol muestran un lindo color verde, pero, en el envés, son plateadas.
Hasta un decimista se inspiró en torno al asunto. Y creó una muy injusta espinela:
JUDAS VEGETAL
…ser dos y al fin no ser nada…
Adolfo Martí
Pendón de la felonía,
visceralmente traidora,
la falacia que en ti mora
es finta para el que fía.
Cuánto ardid, cuánta falsía
encuentro al fin de tus varas,
cuánta doblez enmascaras
en tu verde y gris metal.
Yagruma, por bien o mal,
me repugnan tus dos caras.
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