viernes, 20 de septiembre de 2024

La Cuba de hace 86 años

La Habana sin luz, por culpa de un balazo… el hombre de la relatividad pasa por Cuba… pretenden cerrar las “academias de baile”...

Argelio Roberto Santiesteban Pupo
en Exclusivo 03/09/2016
2 comentarios

   “La imaginación sirve para viajar, y cuesta menos”, dijo George Curtis, intelectual norteamericano del siglo XIX.

   De ello no caben dudas, pues sépase que ahora mismo, ahora mismitico, daremos un salto wellesiano  hasta la Cuba de 1930.

   La Habana, ese año, tuvo un oscuro despertar. Todo fue por culpa del soldado Exuperancio, quien le chupaba el rabo a la jutía en el habanero solar El Mono Verde. Ronazos van, ronazos vienen, y a las doce de la noche del 31 de diciembre ya Exuperancio parecía un trapo de cocina, con la diferencia de que los trapos no balbucean.

   De pronto, se le vio extraer su Colt 45, y soltar un fogonazo, que acertó un cable de alta tensión. Media Habana quedó a oscuras, para fiesta de los novios custodiados por chaperonas.

UN HOTEL SEÑORIAL

   El  1930, año hasta el cual hoy nos hemos movido, es de fiesta para la arquitectura cubana. Sí, porque El Vedado presencia la apertura del Hotel Nacional, esa joya que transpira distinción por cada piedra. 

   Allí se  albergaron la belleza apabullante de Ava Gadner; el siniestro porte del gángster Lucky Luciano; la sapiencia benefactora de Alexander Fleming, descubridor de la penicilina; el ademán cínico de Winston Churchill.

   Todavía nos parece que por el lobby vaga la sombra de María Bonita, siempre vestida de blanco.

   El Nacional, decididamente racista, tuvo un primer huésped negro: Nat King Cole.  Y –mire usted qué casualidad--  en el mismo año en que se inaugura, Nilo Menéndez y Adolfo Utrera componen, para todos los tiempos, “Aquellos ojos verdes”, que Nat interpretaría.

EL MACHADATO: CUATRO VARAS DE HAMBRE

   En esa época hacia la cual nos hemos movido en alas de la fantasía,  Cuba recibe la visita de Albert Einstein. El judío alemán, físico al fin, es un sagaz observador, y señala que aquí se dan la mano opulencia y miseria.

   La nación está pasando las de Caín, con la libra de azúcar miserablemente cotizada. Un dato elocuente: la triste esperanza de vida es de sólo 41 años y medio.

   Transcurre el machadato, y se intensifican las luchas obreras y estudiantiles contra el régimen.

   Los chinos habaneros sacan por primera vez a la calle la Danza del León, pero simultáneamente en el Castillo del Príncipe están asesinando a su líder, José Wong.

   El poeta Mariano Brull confiesa en carta a Juan Marinello: “Me da pavor el panorama de nuestra postración y embotamiento moral”.

1930, UN AÑO TREMENDO

   Por entonces,  los comerciantes de la habanera calle Galiano, aduciendo defender la decencia de sus negocios, exigen el cierre de las semiprostibularias “academias de baile”, donde ejercen algunas infelices practicantes del amor rentado.

   Ah, pero también suceden hechos edificantes. Sí, vienen al mundo, para el arte, Consuelito Vidal, Xiomara Alfaro, Omara Portuondo.

   Inauguran en Santiago una emisora insigne: la CMKC.

   En el teatro Campoamor se presentan los tangueros Hirsuta y Fugazot.

   Nos visita  Gabriela Mistral,  y también García Lorca, quien comenta: “Si yo me pierdo, que me busquen en Andalucía o en Cuba”.

   Todo eso, y más, ocurrió en el ya lejano 1930, año en que abrió sus puertas el Hotel Nacional y pasó por aquí el formulador de la relatividad.


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Argelio Roberto Santiesteban Pupo

Escritor, periodista y profesor. Recibió el Premio Nacional de la Crítica en 1983 con su libro El habla popular cubana de hoy (una tonga de cubichismos que le oí a mi pueblo).

Se han publicado 2 comentarios


Elpreguntón
 3/9/16 11:09

Se conocen los detalles de cómo fue posible que un El Nacional racista haya dado alojamiento a  Nat King Cole??? O es que no era tan racista?

Elpreguntón
 3/9/16 11:05

Si es cierto lo que dijo el intelectual norteamericano del siglo XIX, que  “La imaginación sirve para viajar, y cuesta menos”... bueno... sea cierto o no, voy a preguntar porque es lo único que puedo hacer, dada mi ignorancia:

Me costará menos si me traslado en la imaginación en vez de abordar el auto de un transportista privado de los que dicen que la cuenta no les da porque el combustible está muy caro?

Imaginación es la marca de algún vehículo automotor o es un transportador futurista que en algún momento pondrán a la venta en el mercado?

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