El 24 de febrero de 1895 hubo levantamientos armados en Cuba, siguiendo la orden firmada por José Martí el 29 de enero: “Se autoriza el alzamiento simultáneo, o con la mayor simultaneidad posible, de las regiones comprometidas, para la fecha en que en conjunción con la acción del exterior será más fácil y favorable, que es durante la segunda quincena, no antes, del mes de febrero”.
Aunque, como puede verse, se indica claramente la simultaneidad de los alzamientos y no se mencionan ningún poblado como centro del hecho histórico, se ha llamado —y aún hoy muchos le llaman así— Grito de Baire, al levantamiento general ordenado por Martí.
¿Quizás ello se deba a que ese pequeño poblado oriental encabezó la lista de los 35 sitios donde fuerzas mambisas se enfrentaron aquel 24 de febrero al poder colonial español? Los hechos dan un mentís a tal suposición. La orden de sublevarse en el término de Jiguaní, que comprendía entonces al poblado de Baire, fue enviada por el general Guillermo Moncada al capitán Saturnino Lora, quien reunió a sus hombres y entró en esa plaza a las cinco de la tarde del 24 de febrero.
Antes, al amanecer, fuerzas insurrectas al mando del joven mambí Enrique Tudela tomaron el fuerte de Hatibonico, desde donde los españoles vigilaban una zona del puerto de Guantánamo. Fue esa la primera victoria militar de las huestes cubanas aquel 24 de febrero.
Después, y hasta el atardecer, se sucedieron alzamientos en el oriente, donde Baire fue un poblado más en el que se hizo sentir el acendrado amor de los cubanos a la patria que estaban decididos a independizar.
Pese a que así ocurrió, no se denomina Grito de Guantánamo, o del fuerte Hatibonico, a aquel levantamiento, sino Grito de Baire, denominación que tendría sentido si hubiese sido encabezado allí por alguno de los principales jefes —José Martí, Máximo Gómez o Antonio Maceo—, cosa que no sucedió.
El levantamiento en Baire, como ya se ha dicho, fue comandado por el capitán Saturnino Lora, quien recibió la orden del general Guillermo Moncada. Al llegar a Baire, Lora arengó a los que le acompañaban, y al pueblo, a lanzarse a la guerra para ser libres. Sacó su revólver, disparó seis tiros al aire y ordenó a quienes lo vitoreaban seguirle a la manigua redentora.
¿Acaso la prensa española intentó minimizar el alzamiento centrando la atención en el pequeño poblado, donde no fue tomado el fuerte de las tropas coloniales? No, ninguno de los periódicos del 24 y el 25 de febrero menciona a Baire.
¿Entonces?
No se ha podido hallar respuesta definitiva al origen de esta denominación que perdura en la mente de muchos cubanos, o de la mayoría, y llama la atención la unanimidad de historiadores —entre los que destacan nombres como los de Emilio Roig de Leuchsenring, Fernando Portuondo y Hortensia Pichardo— que negaron y niegan con énfasis el apellido del Grito.
Hortensia Pichardo, conocida investigadora, sostiene en su libro Facetas de nuestra historia (Editorial Oriente, 1989):
“Llamar Grito de Baire al levantamiento del 24 de febrero de 1895, es un error que lamentablemente se enseña a nuestros niños desde que empiezan a estudiar la historia patria y se trasmite años tras años a través de la prensa.” (Página 175) “El levantamiento del 24 de febrero fue meditado, preparado y dirigido de antemano por muchos revolucionarios, lo mismo antiguos veteranos que nuevos conspiradores; y fue consigna de Martí que tuviera carácter simultáneo, que no hubiera brotes aislados para evitar los fracasos. De modo que al dar el nombre habitual a esta guerra se le niega su carácter principal: la simultaneidad del movimiento. Ni Baire, ni Ibarra, ni Bayate, ni Guantánamo: Guerra de 1895…” (Página 181)
No han faltado historiadores que proponen otro calificativo: Grito de Oriente. Pero, en opinión de diferentes especialistas, tal denominación dejaría a un lado a los revolucionarios que en aquel momento en Occidente no pudieron alzarse, pero más tarde dieron sus vidas por la independencia. ECURED, la enciclopedia cubana en Internet, señala al referirse al hecho: “Grito de Baire. A pesar de que historiadores y docentes han demostrado hasta la saciedad que en este día se desarrolló un levantamiento simultáneo, muchos siguen centrando en Baire el inicio de la Guerra Necesaria".
Con el debido respeto a defensores y detractores del Grito de Baire, considero más atinado y acorde con el ideal martiano de simultanear el alzamiento, sin jerarquizar poblado alguno, situar como nombre del hecho histórico: Grito del 24 de febrero de 1895.
Ray
22/8/19 14:46
Creo que debemos dejar las cosas como estan, durante 100 años se ha enseñado y dicho Grito de Baire y asi es como lo conocen la mayoría de los cubanos. Todos estos cambios que se hacen, dicen que para enmendar errores, lo que traen como consecuencia es que se desvirtúe la historia y que se erosione el patriotismo en las nuevas generaciones. Aun recuerdo cuando a principios de los 60 algunos trataron de contraponer las figuras de Céspedes y Agramonte, hasta que en 1968 se pusieron los puntos sobre las íes. Tambien me vienen a la mente los que querían cambiar la bandera de la estrella solitaria cuando se discutía la constitución de 1976 y aquellos que pretendían anexarle no se cuantos adjetivos al glorioso nombre de Républica de Cuba. Los que eliminaron el nombre de Díos del manifiesto de Jose Antonio Echeverría.
En una entrevista a Eusebio Leal Spengler cuando por el centenario de la República en 2002 le preguntaron República o República mediatizada el sin dudarlo respondió República. Asi deben ser las cosas, la historia es una espiral que confirma la ley de la dialéctica de la unidad y lucha de contrarios.
Dejémonos de cambios que en realidad no aportan nada y que Viva el Grito de Baire, nombre del glorioso Oriente que sintetiza y no demerita a todos aquellos que ese día se lanzaron a la manigua al grito de Viva Cuba Libre.
Alexis López
5/9/14 9:58
Compatriotas entiendo, comprendo, aplico, respeto y defiendo sus criterios sobre tan importante hecho histórico, pero ahora que le digo a mi niña sobre el nombre verdadero de lo sucedido aquel 24 de febrero
Alexis Schlachter
11/4/13 10:40
Estimado amigo: Tomo en cuenta su propuesta para no llamar Grito a lo que también puede calificarse de Levantamiento. Gracias.
Arístides Lima Castillo
10/4/13 0:31
Alexis, hace unos bien contados 70 años, cuando comenzaron a enseñarme la Historia de Cuba, decían que el levantamiento que dio inicio a la Guerra de Independencia se conocía como Grito de Baire, y así lo asumí, hasta cuando ya de adulto me topé con esa realidad que planteas. Razones hay de más para que se le quite ese “apellido” al Grito, pero no estoy nada de acuerdo con los “regionalismos”, así que no le quiten el “Baire” para endilgarle el nombre de cualquier otro pueblo o lugar de Cuba. Lo más lógico para mí, sería que se le conociera como “Levantamiento del 24 de Febrero de 1895”, y también se suspendiera lo de “grito”, porque si lo hubo, fueron muchos, y el griterío en cada lugar que se reunieron cubanos para iniciar la lucha, tuvo que haber sido grande. De que no participaran Martí, Gómez y Maceo fue porque en ese día aún estaban en el extranjero. Un saludo.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.