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lunes, 25 de noviembre de 2024

Diabetes y depresión: ¿Cómo influye una en la otra? (+Video)

Como la diabetes lleva a que la persona realice esfuerzos adicionales para cuidarse, estos no son capaces de ejecutarse por una persona deprimida...

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 09/05/2022
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Depresión
La diabetes puede originar estados depresivos. (Tomado de serdiabetico.com)

Pudieran coincidir la depresión y la diabetes de cualquier tipo. Cualquiera de estas dos enfermedades puede interrelacionarse con la otra, pues un diabético por el solo hecho de ser diagnosticado como tal puede deprimirse; y un deprimido puede abandonar adecuados estilos de vida y de ahí la aparición de una diabetes.

La diabetes mellitus es la séptima causa de muerte en todo el mundo. Esta enfermedad se presenta cuando la insulina, una hormona que permite a nuestro cuerpo distribuir la glucosa o azúcar entre las células para entregarles energía, no es suficiente, como en la diabetes tipo 1 o no funciona adecuadamente como en la diabetes tipo 2. Tener diabetes aumenta la probabilidad de que una persona desarrolle depresión de dos a tres veces, pero solo entre el 25 y 50 % de las personas con ambas afecciones reciben tratamiento. Quienes padecen de enfermedades crónicas como la diabetes son las más proclives a padecer de problemas de salud mental, sobre todo ansiedad y depresión.

Por su parte, la depresión es la principal causa de discapacidad en todo el mundo, según señala la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es una perturbación mental frecuente que afecta por año a más de 300 millones de personas, incluyendo diabéticos, a nivel mundial.

SE DEMUESTRA LA INTERRELACIÓN

En un artículo científico, publicado en la revista médica JAMA Networks, se dio seguimiento a 55 000 enfermeras durante diez años, reuniendo datos a través de cuestionarios. Entre las más de 7400 de ellas que sufrieron depresión existía un riesgo de desarrollar diabetes un 17 % más alto. Mientras tanto, las más de 2800 que desarrollaron diabetes eran 29 % más propensas a deprimirse. Esta investigación señala que estas dos enfermedades pueden influenciarse mutuamente, convirtiéndose así en un círculo vicioso. Por lo tanto, la prevención primaria de la diabetes es importante para prevenir la depresión y viceversa. Tanto la diabetes como la depresión se pueden tratar de forma simultánea. El recibir diagnóstico e información oportuna y tratar ambos padecimientos puede mejorar la calidad de vida de las personas con ambas afecciones.

LA DEPRESIÓN Y LOS ADECUADOS ESTILOS DE VIDA

La depresión, por su parte, puede llevar a que algunas personas con diabetes se cuiden y se traten menos, pues sentirán menos motivos para realizar ejercicios, alimentarse de forma adecuada, mantener un peso adecuado e, incluso, puede que lleguen hasta a fumar o a beber. Como la diabetes lleva a que la persona realice esfuerzos adicionales para cuidarse, estos no son capaces de ejecutarse por una persona deprimida.

MECANISMOS DE INTERCONEXIÓN

Como la diabetes no tiene una fecha de terminación por ser una enfermedad crónica, esto hace que la persona pueda entrar en depresión, pues puede sentir que esta dolencia acorta su vida o disminuye la calidad de la misma y hasta llega a sentir miedo hacia el futuro, ya que, aunque no produzca manifestaciones observables, es una enfermedad que está presente en sus mentes. No obstante, esta son creencias lejanas de la realidad, pues en realidad la diabetes más peligrosa es la que no se atiende de forma adecuada debido, entre otras cosas, a un estado depresivo.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS DE LA PERSONA DEPRIMIDA

Cada persona vive la realidad de la depresión y su diabetes de forma diferente, pero, en general, las personas que se deprimen pueden sentir desesperanza, ansiedad, culpa, irritabilidad, problemas para concentrarse, sentimiento de vacío o de profunda tristeza, dormir en exceso, o dificultad para conciliar el sueño, sentir malestar general, dolor de estómago, de cabeza, o sufrir de trastornos digestivos, comer más, o menos que antes, sentirse triste cuando experimenta cansancio al realizar algunas actividades o, incluso, las actividades que antes disfrutaba, ahora no le parecen interesantes.

ALGUNOS CONSEJOS PARA LA PERSONA CON DIABETES Y DEPRESIÓN

En primer lugar, debe solicitar ayuda ante la mínima sospecha de estarse deprimiendo, por lo que asistir al médico es importante para evitar que la depresión continúe invadiendo nuevas esferas de su vida o que afecten su estado de ánimo. Los seres queridos con seguridad desean ayudar a quien padece de diabetes y que al mismo tiempo se siente deprimido; por eso es mejor hablar, antes que reprimirlos, de los sentimientos con quienes bien los quiere.

También se debe realizar ejercicio o alguna actividad física con regularidad, aun cuando no se tengan muchas ganas. Es necesario realizar un esfuerzo por continuar con los cuidados de la diabetes, pues el dejar de tratarla solo la hará empeorar.

Es imprescindible no tratar de refugiarse en las drogas o el alcohol, pues no son recursos que aporten nada y solo restan o empeoran la situación. Las personas con tratamiento psiquiátrico o psicológico lo deben mantener al pie de la letra y no abandonarlo bajo ningún concepto.

OTRAS AYUDAS

En el día de hoy están presentes programas de autocontrol de la diabetes, centrándose en la enseñanza sobre la conducta de estas personas para que aprendan a mejorar su control metabólico, tener controlada la pérdida de peso, etcétera.

Muchas autoridades coinciden en que la mejor manera de controlar ambas afecciones al mismo tiempo es con comprobadas opciones, como el ejercicio sistemático, buenos hábitos de sueño y alimentación, evitar el alcohol y el tabaco y, sobre todo, no apenarse por su condición. Participar en grupos de psicoterapia puede ayudar a eliminar todo malestar.

Las personas con diabetes y que consideren tener depresión necesitan consultar lo antes posible a un médico especialista, sobre todo especializado en salud mental, pues cuando ella mejora, también lo hace la calidad de vida en general, y con ello es más factible sobrellevar la diabetes y la depresión de la forma adecuada.

El apoyo de la familia, los amigos y todos los seres queridos es importante, y lo más notable es recordar que no se está solo en este proceso, sino que se cuenta con personas que aman al enfermo y que se preocupan por él y están dispuestos a ayudarle en caso de que, además de ser diabético, se sienta triste o deprimido.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.


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