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jueves, 14 de noviembre de 2024

Prevención y tratamiento del cáncer de cuello uterino

El diagnóstico precoz es decisivo para optimizar el vaticinio de las pacientes, pues, en períodos iniciales, el cáncer cervical pudiera ser asintomático…

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 28/10/2024
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Prevención y tratamiento del cáncer de cuello uterino
Prevención y tratamiento del cáncer de cuello uterino

El cáncer de cuello uterino, asimismo conocido como cáncer cervical, es un tipo de cáncer que se produce en el cuello del útero que es la porción inferior este órgano y que se conecta con la vagina.

Esta modalidad de cáncer acostumbra extenderse de manera lenta y tiende a relacionarse con una persistente infección por determinados especímenes de virus del papiloma humano (VPH), que son traspasados especialmente por medio del contacto sexual.

Hay varios factores de riesgo, donde se incluye el temprano inicio de la actividad sexual, variadas parejas sexuales y el tabaquismo, entre otros.

El diagnóstico precoz es decisivo para optimizar el vaticinio de las pacientes, pues, en períodos iniciales, el cáncer cervical pudiera ser asintomático. La prueba del VPH y las pruebas de Papanicolaou (Pap) son instrumentos efectivos para reconocer precoces cambios celulares y la presencia del virus, permitiendo así la actuación anteriormente a que el cáncer se desarrolle. La vacunación contra el VPH asimismo ha mostrado ser una efectiva medida preventiva, disminuyendo la incidencia de este tipo de cáncer en las poblaciones han sido vacunadas.

Prevención del cáncer de cuello uterino

La prevención del cáncer de cuello uterino está centrada en la vacunación y la detección temprana. La prueba de Papanicolaou (Pap) es esencial, pues admite reconocer mudanzas irregulares en las células del cuello uterino previo a que se cambien en cancerosas. Se exhorta a que las mujeres empiecen a efectuarse esta prueba a los veintiún años y la reiteren cada tres años hasta llegar a los 29 años. Desde los 30 años, se puede elegir por realizarse una prueba combinada de Pap y VPH cada cinco años, o solamente la prueba de VPH cada cinco años, según las indicaciones de salud pública.

Asimismo, la vacunación contra el VPH es una de las estrategias más seguras para evitar el cáncer cervical. La vacuna se aconseja para niños y niñas a partir de los 9 años, ideal anteriormente de que principien su vida sexual, aunque igualmente es provechosa para individuos adolescentes incluso hasta los 26 años y, en algunas circunstancias, inclusive hasta los 45. Cumplir estas normas con el fomento de seguras prácticas sexuales con la reducción de factores de riesgo, como el tabaquismo y garantizar el uso de preservativos, asimismo ayuda a reducir la incidencia del cáncer de cuello uterino.

Tratamiento del cáncer de cuello uterino

El tratamiento del cáncer de cuello uterino se subordina a diferentes elementos, comprendiendo la salud general de la paciente y sus preferencias personales y el estadio del cáncer. En períodos precoces, el procedimiento pudiera incluir cirugía para eliminar el tumor, que pudiera variar desde una conización, que es la eliminación de una parte pequeña del cuello uterino hasta una histerectomía total, la extirpación del cuello uterino y el útero En eventos más avanzados, en donde el cáncer se ha esparcido, el tratamiento pudiera implicar una combinación de quimioterapia, radioterapia y cirugía con el fin de atacar a las células cancerosas de manera más inequívoca.

La radioterapia pudiera ser empleada como procedimiento complementario o principal, sobre todo en períodos intermedios o avanzados, y pudiera ser aplicada externa o internamente, conocida como braquiterapia. La quimioterapia se utiliza de forma habitual coordinada con radioterapia en situaciones de carcinoma recurrente o avanzado. La selección del tratamiento debe ser individualizada y argumentada en conjunto con un equipo médico especializado, que considerara las peculiaridades específicas del tumor y la situación de la enferma con el fin de definir el plan más conveniente.

Pronóstico

El pronóstico del cáncer de cuello uterino estriba en gran medida en el período en el que se defina el padecimiento. En general, si se descubre en épocas tempranas, cuando el cáncer se encuentra limitado al cuello uterino, la tasa de supervivencia a cinco años es bastante elevada, sobrepasando el 90% en numerosos casos. A medida que el tumor progresa y se difunde a los tejidos más próximos o a nuevos órganos, disminuye el promedio de supervivencia. Esto enfatiza la importancia de precozmente realizar el diagnóstico a través de exámenes periódicos como el Papanicolaou.

Asimismo, elementos como el estado de salud general, la edad de la paciente, y la respuesta al tratamiento igualmente influencian en el pronóstico. Las mujeres saludables y jóvenes se inclinan a mostrar superiores resultados, y las que reciben tratamiento oportuno y adecuado pudieran notar prolongadas remisiones. No obstante, el cáncer de cuello uterino pudiera constituir una enfermedad crónica en determinados casos, y la continua vigilancia así como el tratamiento pudieran necesitarse con el fin de guiar la enfermedad a largo plazo.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.


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