Los jóvenes adolescentes consumidores habituales de marihuana presentan más riesgo de presentar síntomas psicóticos persistentes de carácter leve, sobre todo de paranoia y alucinaciones.
Incluso pueden seguir presentando estas manifestaciones durante un tiempo después de dejar de consumir esta nefasta droga.
TRASTORNOS PSICÓTICOS, PARANOIA Y ALUCINACIONES
Un trastorno psicótico es una alteración mental, un deterioro de la capacidad de pensar, de responder emocionalmente, de recordar, de comunicar y de interpretar la realidad.
La paranoia o psicosis paranoica se caracteriza por ideas delirantes pudiendo estar presentes alucinaciones de los sentidos de audición, tacto u olfato.
Una persona con manifestaciones paranoicas puede ser bastante funcional y no tiende a mostrar un comportamiento extraño excepto como resultado directo de la idea delirante.
Una alucinación es una percepción sin correspondencia con ningún estímulo físico externo. Sin embargo, la persona siente esa percepción como real.
Entre otras causas puede presentarse como parte del consumo de drogas, estupefacientes o alcohol.
FUE DEMOSTRADO
Se realizó una investigación por el Departamento de Psiquiatría del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh en Pensilvania y publicada en la revista American Journal of Psychiatry.
En el estudio se recogieron datos de 1009 adolescentes. Anualmente, desde los 13 hasta los 18 años de edad, se obtuvieron los informes sobre frecuencia de utilización de marihuana notificada por ellos mismos, síntomas psicóticos leves y otros datos significativos de este grupo de jóvenes consumidores de la droga.
LOS RESULTADOS
Por cada año adicional que los adolescentes utilizaban marihuana semanalmente, los síntomas psicóticos leves subsiguientes se incrementaron un 21 por ciento.
El efecto fue máximo para la paranoia con un 133 por ciento y las alucinaciones un 92 por ciento.
El efecto del consumo sistemático previo de marihuana en relación a los síntomas psicóticos leves subsiguientes persistió aun después de dejar de consumir marihuana durante un año por parte de los adolescentes.
Por cada año adicional donde los adolescentes consumieron marihuana con regularidad, su riesgo de mostrar paranoia y alucinaciones leves en años futuros aumentó de manera progresiva.
El efecto del consumo acumulativo de marihuana sigue siendo significativo, incluso a pesar de periodos de abstinencia de un año de duración.
Un 2,3 por ciento de los participantes en el actual estudio presentaron un trastorno psicótico cuando ya había cumplido entre 25 y 35 años de edad.
Todavía no ha sido investigado si estos serios trastornos pueden suceder en las niñas adolescentes, lo cual también pudiera resultar en extremo probable.
MUY PREOCUPANTE PERO CON SOLUCIÓN
El uso y la legalización de la marihuana son indefendibles desde cualquier punto de vista por donde se le quiera mirar.
En los jóvenes es aun peor, pues sus destructivos efectos pueden persistir en el tiempo y en el psiquismo de los consumidores de la más nueva generación aun cuando se haya suspendido su empleo.
La marihuana para nada es una “hierba inofensiva” y sobre todo en determinadas poblaciones vulnerables, como son los adolescentes.
A todo trance se debe evitar el consumo de marihuana desde las inmaduras y falta de experiencia primeras edades, por sus graves daños físicos y síquicos.
De forma mancomunada con los padres, el sistema escolar y la sociedad en su conjunto, tal como sucede en nuestro país, deben constituir una infranqueable e intransigente barrera contra tan despiadada droga capaz de retorcer y hasta destruir el futuro de algunos incautos de las nuevas generaciones.
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