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miércoles, 27 de noviembre de 2024

La diabetes mellitus y el pancreas

La menor producción de insulina y la resistencia a su accionar coinciden en determinado momento en la aparición de la diabetes...

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 12/03/2018
4 comentarios
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La dieta equilibrada y los estilos de vida saludables son esenciales para el control de la Diabetes

El páncreas es una glándula alargada situada detrás del estómago. Se encuentra rodeado por el hígado, la vesícula biliar y los intestinos. Todos ellos funcionan juntos para ayudar a digerir la comida.

En específico el páncreas fabrica varias enzimas que colaboran en la metabolización de los carbohidratos, las proteínas y las grasas de la diaria alimentación; los convierte en elementos más pequeños capaces de utilizarse con más facilidad para obtener la energía corporal. También produce determinadas hormonas, transportadas a través de la sangre, y colaboradoras en la regulación de varias funciones corporales.

COMIDA Y PÁNCREAS

La cantidad y la calidad de la comida ingerida influyen en la función de los órganos del cuerpo, comenzando por el páncreas. Al comer, el páncreas normal libera suficientes jugos gástricos y hormonas para asimilar mejor los nutrientes de los alimentos.

Cuando erróneamente hacemos al páncreas funcionar demasiado con comidas excesivas y/o de mala calidad, así como beber o fumar, a la larga se pueden provocar serios problemas salud.

UNA DE LAS HORMONAS DEL PÁNCREAS

La hormona más conocida producida por el páncreas es la insulina. Ella controla, a través de delicados mecanismos de regulación, cómo el azúcar o glucosa se introduce en las células del cuerpo. Si las células pancreáticas productoras de insulina, las llamadas células beta, se dañan podría sobrevenir una diabetes.

La diabetes tipo 2, la más común, se desarrolla cuando el páncreas no puede producir suficiente insulina para metabolizar el azúcar de la sangre. El excesivo peso corporal provoca y empeora la prediabetes y la diabetes tipo 2.

Un peso por encima de lo normal puede volver al cuerpo menos sensible y más resistente a la acción de la insulina; en estos casos se necesitará fabricar mayores cantidades de insulina para lograr el mismo trabajo metabólico. Y eso obliga al páncreas a hacer más esfuerzo de manera constante.

Mantener un peso y una dieta saludables y eliminar, o en todo caso limitar al máximo, la exposición a sustancias dañinas como el tabaco y el alcohol pueden colaborar en el funcionamiento normal de esta valiosa glándula y de todo el aparato digestivo, aportando salud a los seres humanos cumplidores de adecuados estilos de vida.

EL PÁNCREAS Y LA DIABETES

Existen varias formas de diabetes. Las más comunes son la diabetes tipo 1 y tipo 2. En la diabetes mellitus tipo 1, las células beta del páncreas se destruyen. Esto conduce a la deficiencia absoluta de insulina; las manifestaciones clínicas de este tipo de diabetes comienzan a hacer su rápida aparición cuando se ha perdido la función de las células beta en más del 90 %.

La causa de la destrucción de las células beta habitualmente es de causa autoinmune. Pero existen casos de causa desconocida, donde no son hallados anticuerpos contra las células beta pancreática. Por eso la diabetes tipo 1 es de dos tipos: autoinmune con presencia de anticuerpos e idiopática, sin anticuerpos.

En la diabetes mellitus tipo 2 también hay una deficiencia, aunque variable, en la producción de insulina, asociada a diferentes grados de resistencia y de menos sensibilidad a esta hormona reguladora de la glucosa de la sangre. Los dos fenómenos, producción de menos insulina y resistencia a su accionar, coinciden en determinado momento para la elevación de la glicemia y la aparición de la diabetes.

En cada paciente, el excesivo peso corporal apunta a un predominio de la resistencia; la disminución del peso corporal sugiere una reducción progresiva en la producción de esta hormona como factor preponderante.

Pero la diabetes mellitus, cualquiera sea su tipo, es una enfermedad que necesita de atención constante para mantenerla controlada, con el fin de prevenir las complicaciones capaces de presentarse en pacientes descuidados.

La diabetes tipo 2 tiene la ventaja de que en determinados casos puede controlarse y mantener la total normalización de las glicemias sin necesidad de medicamentos, con solo mantener adecuados estilos de vida.

No obstante, un diabético sin problemas es una persona siempre cuidadosa de sí misma y muy al tanto de su enfermedad.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.

Se han publicado 4 comentarios


Susana Molina
 16/3/18 11:12

Muchas gracias por su artículo, Dr. Quirantes. Es muy claro y educativo. Prevenir es la mejor manera de lograr calidad de vida.

 

Romelia
 15/3/18 18:27

Hacen falta más artículos con la calidad de este de la diabetes para educar en salud maś aun a nuestra población.

Ramoncito
 13/3/18 18:42

Cubahora, fantástico estre artículo. He aprendido para ensñar a mi hermanito, gracias

Mayra
 13/3/18 11:47

Un artículo muy informativo y actual para los diabéticos y sus familias

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