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lunes, 25 de noviembre de 2024

Estilos de vida combinados en la prevención del infarto cardíaco

Mantener cotidianamente una alimentación adecuada, conservar un peso normal, y no fumar, disminuye el riesgo de sufrir un infarto cardíaco...

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 09/03/2015
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Es posible en cada persona disminuir de forma dramática el riesgo de sufrir un infarto cardíaco.  Pudieran evitarse cuatro de cada cinco de ellos con observar tan solo cinco conductas saludables.

Ellas son mantener cotidianamente una alimentación adecuada, practicar sistemáticamente ejercicios físicos, conservar un peso normal, no fumar y beber con moderación. Esto quiere decir alrededor de un trago diario como máximo sin días de excepción.

DEL OTRO LADO

Las mayores probabilidades de sufrir un infarto cardíaco se encontraron en los hombres con sobrepeso, sedentarios, comedores de alimentos chatarra, fumadores y bebedores de demasiadas bebidas alcohólicas.

Lo anterior se demostró en una investigación realizada en Instituto de Medicina Ambiental del Instituto Karolinska en Solna, Suecia y publicada en la revista Journal of the American College of Cardiology.

Se analizaron 20,700 hombres entre 45 y 79 años de edad en el año 1997. Fueron pesquisados durante más de diez años. Ninguno de ellos tenía antecedentes de haber padecido  cáncer, alguna enfermedad cardíaca, diabetes, hipertensión, ni tenían el colesterol alto.

ERA ESPERADO

Al final se obtuvo la información sobre el efecto combinado de los diferentes aspectos de una vida saludable.

Fue una de las pocas investigaciones realizadas con este enfoque integral y se halló como el 8 por ciento de los sujetos no practicaba  ninguna de las cinco conductas saludables. Entre ellos un total de 166 tuvieron un infarto cardíaco en el curso de la investigación.

Un pequeño número de esas personas, lamentablemente solo el uno por ciento del total, sí observaba las cinco conductas saludables y apenas tres sufrieron los ataques cardíacos cualquiera fuese su edad.

TODAS SON GANANCIAS

Hay mucho a ganar como salud, bienestar y ahorro de dinero cuando las personas mantienen un estilo de vida cada vez más saludable.

Cada una de las conductas analizadas por sí misma era capaz de disminuir el riesgo de infarto cardíaco.

Una alimentación basada en frutas, vegetales, lácteos desgrasados y diferentes alimentos integrales se vinculó  con un riesgo casi un 20 por ciento más bajo de afectación coronaria en relación a quienes no observaban ninguna de las cinco conductas saludables analizadas.

Es una interesante observación para darnos cuenta como los beneficios de las conductas saludables son acumulativos.

Lo mismo suele suceder en los casos opuestos, pues  los efectos perniciosos de las conductas poco saludables también se sinergizan para provocar graves perjuicios.

LO COTIDIANO

Prevenir un primer infarto cardíaco conduce a más años con salud y a mucho menos riesgo de discapacidad a medida que la persona envejece.

Algunas consideran a quienes cumplen con  las recomendaciones expuestas como que llevan una vida supersaludable.

Nada más alejado de la verdad. Sencillamente se trata de una vida solamente saludable pues es hacer con naturalidad las cosas para las que fuimos diseñados y creados.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.


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