Qué puede comer un infartado (+ video)

Un infarto de miocardio es una emergencia médica que consiste en la obstrucción brusca del paso de sangre a lo largo de una arteria coronaria con la subsiguiente muerte de la parte del corazón que es irrigada o alimentada por dicha arteria. Casi la totalidad de estos infartos son consecuencia del desarrollo previo de arteriosclerosis coronaria, un proceso crónico y progresivo consistente en la obstrucción de las arterias coronarias por placas de ateroma. La ruptura repentina de una de las placas de ateroma tiene como resultado la formación de un pequeño coágulo o trombo sobre su superficie, el cual obstruye totalmente el paso de sangre a lo largo de la arteria con la subsiguiente falta de riego sanguíneo y la muerte de una zona del corazón. Los pacientes que tienen un infarto de miocardio de manera habitual refieren la aparición brusca de un dolor en la región precordial, la zona del pecho donde se sitúa el corazón, que suele ser descrito por el paciente como “tener una losa” o una intensa sensación de que se está oprimiendo sobre esa zona. El dolor puede extenderse hacia la mandíbula o el hombro y brazo izquierdos, y acompañarse de malestar general, sudoración y palidez. Sufrir un ataque al corazón es una de las principales causas de defunción en nuestro país, aunque la mayoría de las personas que padecen un infarto sobreviven (70%). Ahora bien, tras un episodio de tanta gravedad, las medidas para una pronta y correcta recuperación no se deben hacer esperar.

REDUCIR EL RIESGO

El riesgo de padecer un infarto puede reducirse con medidas para prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, es decir, si se realiza una dieta sana, ejercicio físico frecuente, se mantiene un peso cercano al ideal, se evita el fumar y se controlan adecuadamente los factores de riesgo como colesterol elevado, hipertensión arterial, diabetes y estrés mantenido. La alimentación es primordial para evitar que se repita la enfermedad, y para ello es necesario establecer una dieta que incluya ciertos alimentos y, sobre todo, que excluya otros.

MEDIDAS DISTÉTICAS

En la enfermedad coronaria como son el infarto agudo de miocardio y la angina de pecho estable e inestable, el tratamiento dietético va a estar condicionado a la gravedad y al momento evolutivo de la enfermedad. Tras la fase aguda del infarto de miocardio y cuando el paciente es dado de alta, el objetivo principal es realizar prevención secundaria de los factores de riesgo cardiovascular, reducir la carga de trabajo del corazón y promover pautas de estilo de vida saludable. El estrés, el tabaquismo, la mala alimentación, el peso corporal excesivo, el sedentarismo y la falta de descanso influyen de forma directa en la salud del corazón. Por eso, tras superar un infarto, se deben adquirir nuevos hábitos de vida más saludables como dejar de fumar, hacer ejercicio físico suave orientados y cambiar nuestra forma de alimentarnos. Tras un infarto, el paciente debe respetar las indicaciones establecidas por su médico para recuperarse y mantener un estado saludable.

UN BUEN COMIENZO

Una buena forma de comenzar es crear un plan de alimentación diaria que priorice las verduras, frutas y granos enteros y que limite las comidas altas en grasas como carne roja, queso y productos fritos, así como comida alta en sodio como son los alimentos procesados o enlatados. Porque para lograr llevar una dieta equilibrada y sin excesos, es fundamental aumentar el consumo de frutas, verduras y cereales preferentemente integrales, como la avena y el arroz. Al menos cinco raciones diarias deben provenir del grupo de frutas y verduras. El aguacate en particular es una fuente rica en grasas monoinsaturadas y fibra, dos de los nutrientes principales que contribuyen a disminuir el colesterol total y los triglicéridos. Las proteínas aportarán alrededor del 15% de las calorías totales de esa dieta. Están presentes en carnes, pescados, huevos, aves, legumbres y lácteos, preferentemente descremados. Las legumbres poseen una cantidad importante de fibra, minerales y proteínas, que posibilitan sustituir de la dieta las carnes procesadas y otras grasas animales como forma de reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Por su parte, los pescados grasos como el jurel o la sardina, son excelentes fuentes de ácidos grasos omega 3, que contribuyen a mejorar la salud del corazón y también reducen de las posibilidades de padecer un accidente cerebrovascular. El aceite de oliva virgen extra tiene importantes beneficios para la salud. Cuatro cucharadas de este aceite diarias, acompañadas de una dieta mediterránea sana y equilibrada, disminuyen las posibilidades de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular. Se debe incluir en la dieta alimentos que fluidifican la sangre como ajo, cebolla, limón, apio, frutos rojos, jengibre, zanahoria, tomate o cúrcuma.

Todos los tipos de té poseen catequina, un elemento que ayuda a mantener una presión arterial saludable, inhibiendo la síntesis de colesterol y previniendo coágulos de sangre, así como quercetina, que mejora las funcionalidades de los vasos sanguíneos.

QUE ALIMENTOS EVITAR TRAS UN INFARTO

Quien ha sufrido un infarto, debe eliminar el consumo de sal en la dieta. Es posible dar sabor a las comidas de otra forma, por ejemplo, sustituyendo la sal al cocinar por especias, hierbas aromáticas y otros condimentos como el ajo, el cebollino, el apio o la cebolla. También se deben evitar los alimentos altos en grasa como los embutidos, meriendas callejeras, los productos enlatados, la comida rápida y las sopas en polvo, los quesos, la mantequilla y la margarina entre otros. Estos alimentos apenas aportan nutrientes al organismo y, en cambio, contienen altos niveles de grasas saturadas directamente vinculadas con las enfermedades del corazón. Por el mismo motivo, también es conveniente limitar el consumo de carnes rojas y carnes procesadas. Es preferible optar siempre por la proteína de animal magra, como el pollo, el pavo, el conejo y el pescado frescos. Por otra parte, se debe evitar a toda costa las grasas trans, que siguen estando presentes en gran cantidad de alimentos, como los productos horneados e incluso en la margarina. Estos ácidos grasos, baratos y capaces de hacer que los alimentos duren más tiempo, incrementan el colesterol malo y reducen los niveles del colesterol bueno. Por último, no consumir comida frita y acostumbrarse a cocinar a la plancha, al horno, hervidos o al vapor. Un solo pedazo de pizza contiene por sí solo dos tercios de la dosis máxima de grasa saturada que se recomienda comer en un día, además de contener alimentos procesados. Las salsas, sobre todo las preparadas, contienen mantequilla, crema, queso, harina e incluso jamón. Es decir, grandes cantidades de grasas saturadas. Evita los platos de pasta con salsa y los guisos. En su lugar, procura preparar versiones más saludables con leche descremada, sin harina y con un chorrito de aceite de oliva. Consumir gaseosas produce sobrepeso y obesidad, uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de enfermedades coronarias.

LAS COMIDAS DIARIAS

Es recomendable evitar las ingestas abundantes de alimentos. Tras sufrir un infarto, se debe procurar comer siempre con moderación y hacer cinco comidas ligeras al día como son desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena, en lugar de tres comidas demasiado abundantes. Asimismo, la cena siempre debe ser ligera y tener lugar al menos dos horas antes de ir a dormir para permitir al estómago hacer bien la digestión. Este otro hábito alimentario recomendable de realizar comidas de poca cantidad y divididas en al menos cinco ingestas diferentes a lo largo del día contribuye a que el gasto cardiaco necesario para metabolizar los alimentos sea menor. Por otra parte, es importante que, tras cualquier comida, se haga una breve sobremesa de unos 10 minutos para ayudar al organismo a iniciar la digestión de forma adecuada. No es recomendable practicar ejercicio o actividades de esfuerzo inmediatamente después de comer. La adopción de hábitos cardiosaludables, como dejar de fumar y hacer ejercicio, son medidas imprescindibles en el tratamiento de la enfermedad coronaria. En el caso de la actividad física, ésta debe emprenderse siempre bajo indicación médica y de manera gradual.

RECETAS PARA PACIENTES INFARTADOS

Aguacates rellenos de jurel

Ingredientes:

-4 aguacates pequeños

-1 cebolla morada

-Un limón

-1 taza de granos de maíz hervido

-Masas de jurel 80 g

-Cilantro fresco

Preparación:

-Picamos la cebolla morada, la ponemos en un recipiente junto con el jugo de limón y dejamos reposar mientras partimos los aguacates

-Cortamos los aguacates por la mitad, y les quitamos toda la cáscara

-Cortamos la masa de dos aguacates en cuadraditos pequeños y lo añadimos al recipiente con la cebolla

-Escurrimos el maíz y el jurel, picamos el cilantro e incorporamos al recipiente

-Mezclamos todo y condimentamos con

-Rellenamos los aguacates restantes y conservamos en el refrigerador hasta el momento de servir

Crema de col y papas

Preparación

Ingredientes:

-Una col de unos 500 g

-300 g papas

-2 dientes ajo

-2 carcasas de pollo para el caldo

-Perejil para el caldo

-Aceite, preferentemente de oliva virgen extra

Preparación:

-En una olla se ponen las carcasas de pollo con unas ramas de perejil para hacer un caldo. Se deja hervir durante unos 30 minutos y se pasa por un colador.

-En la olla en la que se va a preparar la sopa, se ponen unas cucharadas de aceite de oliva y cuando está caliente, se doran los ajos laminados

-Se corta la col en juliana y se añade a la olla, y se rehoga durante unos minutos. Mientras tanto se pela y se trocean las papas, que se añaden y rehogan igualmente. Esta verdura se cubre con el caldo de pollo y se deja cocer durante unos 15 minutos

-Cuando las papas y la col están blandas, se pasan por la batidora. Se puede reservar parte del caldo, y dejarla más espesa, tipo crema, o bien hacerla más suelta, con más caldo, según el gusto de cada cual

-Se sirve acompañada de pan integral tostado

Tortilla de espinaca y zanahoria

Ingredientes:

-Hojas de espinacas frescas, apróx. 2 tazas

-2 zanahorias medianas ralladas

-1/2 cebolla picada en cuadros pequeños

-1/2 cucharadita aceite vegetal

-4 huevos batidos

Preparación:

-Lavar las espinacas, luego colocarlas en una olla con agua hirviendo por unos 1 o 2 minutos. Luego ponerlas en un colador y dejar caer el chorro de agua fría de la llave para lograr cortar la cocción. Retirar toda el agua de las espinacas. Reservar.

-En una sartén freír la cebolla picada en el aceite por unos 5 minutos

-Luego en un recipiente apropiado mezclar la espinaca picada, la zanahoria rallada, la cebolla frita y los huevos batidos

-Verter en una sartén con unas gotas de aceite. Cocinar unos 5 minutos apróx, por lado a fuego medio.

-Para dar vuelta la tortilla se puede ayudar con un plato plano más grande que la dimensión del sartén.

Sopa de vegetales

Ingredientes:

-1 cebolla

-1 papa

-2 zanahorias

-1 pimiento rojo

-1 pimiento verde

-100 gms de calabaza

-1 tomate maduro

-3 dientes de ajo

-Orégano

-Perejil

-Aceite vegetal, preferentemente de oliva

Preparación:

-El primer paso para hacer una buena sopa de verduras es lavar bien todos los vegetales y luego cortarlas en juliana, a excepción del tomate y la papa que los vamos a cortar en cuadrados pequeños

-Ahora ponemos a calentar a fuego suave en una cazuela un poquito de aceite de oliva y cuanto eleve su temperatura, añadiremos el ajo previamente cortado en pequeño y la cebolla en juliana. Pochamos durante 3-4 minutos.

-Agregamos el resto de verduras y continuamos pochando otros 3-4 minutos removiendo de vez en cuando

-Luego cubrimos de agua un dedo por encima de las verduras, añadimos una pizca de orégano y otra de perejil y dejamos cociendo a fuego lento aproximadamente durante 30-35 minutos.

-Probamos la sopa con cuidado de no quemarnos y rectificamos las especias si es necesario

-Ahora ya solo queda retirar la sopa del fuego y servir en platos individuales. --Llevar a la mesa inmediatamente para comerla caliente

Lo importante para que esta sopa quede espectacular, es elegir que nuestros ingredientes sean lo más frescos posibles. También se pueden hacer variaciones en cuanto a las verduras utilizadas.

Pechuga de pollo a la plancha con ensalada

Ingredientes:

-2 pechugas de pollo medianas sin pellejo

-2 dientes de ajo

-2 tomates

-1 cebolla

-200 gr de lechuga

-Jugo de un limón

-Aceite, preferentemente de oliva

Preparación:

Maceración de la pechuga de pollo:

-Para que la carne de pollo coja un toque de sabor delicioso vamos a preparar una mezcla especial con la que la pondremos a macerar. Agregamos a un recipiente los dientes de ajo previamente pelados y troceados en cuatro partes, el perejil picado y el jugo de limón

-Ponemos las pechugas abiertas por la mitad, pero sin llegar a cortar del todo en un recipiente amplio. Es importante que el corte quede hacia arriba

-Rociamos las pechugas con la mezcla especial que acabamos de preparar, intentando que quede lo más distribuida posible por encima de ellas.

-Metemos el recipiente con el pollo en el refrigerador durante 2 horas para que cojan todo el sabor

Cómo hacer las pechugas de pollo a la plancha:

-Transcurrido el tiempo de maceración, sacamos las pechugas del refrigerador y calentamos la plancha a fuego medio-fuerte con unas gotas de aceite de oliva

-Escurrimos las pechugas y cuando la plancha esté ya caliente, añadimos las pechugas de pollo con el corte hacia arriba y cocinamos durante 3-4 minutos hasta que se doren

-Damos la vuelta a las pechugas y cocinamos durante otros 3-4 minutos.

Los tiempos pueden variar en función del grosor de la carne, por lo que es recomendable comprobar su estado en todo momento para que las pechugas no se resequen

Preparando la ensalada y presentación final:

-Mientras se van haciendo las pechugas en la plancha, cogemos un recipiente grande y mezclamos los tomates previamente lavados y cortados en medias lunas, la cebolla cortada en juliana y la lechuga

-Por último, agregamos un poquito de aceite de oliva y también podemos añadirle un chorrito de vinagre si nos gusta

-Ahora removemos todo para que los ingredientes se integren y repartimos en dos platos dejando espacio libre para poner las pechugas

-Añadimos una pechuga de pollo a la plancha en cada plato y ya lo podemos servir directamente a la mesa