¿Sin reguetón no hay Grammy Latino? (+Video)

Se les dio tanto cordel que ahora es difícil recoger la pita. No solo al reguetón o al trap, sino a la axiología mercantilista. Al apuntalamiento del éxito en base a números, el de seguidores en Instagram, o de reproducciones en YouTube. Al avasallamiento del talento del artista por el valor de cambio de sus producciones. Circunstancial al hegemónico negocio de la música, en la llamada industria del entretenimiento, y que ha contagiado a no pocos aquí.

La “tiradera” apunta ahora a la Academia Latina de la Grabación. Se lo mereció, no porque - como por ahí se dice- censuró al trap, o eliminó la categoría del reguetón -que nunca ha existido-. Se “lo buscó” para esta 20 edición porque, si bien en las categorías dedicadas específicamente al género “urbano” aparecen los nombres de figuras ya consagradas como Bad Bunny, Farruko, Daddy Yankee, Anitta, Ozuna y J Balvin, ninguno de esos personajes fue considerado en las categorías principales. Porque son muy pocos los del género nominados para la próxima entrega de los Grammy Latinos y porque se excluyeron otros con los más abultados “números” de la Industria. ¿Cómo es posible – vociferan-, con sus millones de vistas, apenas horas después de ser publicados sus videos, y dominando las reproducciones en los servicios de streaming?

Perciben como irrespeto que ninguno de ellos -como ha sido en los últimos años- se nombre en los titulares de los más nominados. Sino los españoles Alejandro Sanz y Rosalía, con cinco nominaciones, y Juan Luis Guerra, Fonseca y Andrés Calamaro, entre los que más suenan. No aceptan que hay más pueblo después de su barrio. Que compitan para el premio de Grabación del Año: Marc Anthony, Andrés Calamaro, Vicente García, Juan Luis Guerra, Juanes, Rosalía, Alejandro Sanz y Ximena Sariñana. Que estén nominados para Álbum del Año: Paula Arenas, Rubén Blades, Fonseca, Luis Fonsi, Tony Succar, Sebastián Yatra y los ya mencionados Calamaro, Rosalía, Sariñana y Sanz.

La ola alcanzó dimensiones de “tendencia” al darse a conocer las nominaciones. #SinReggaetonNoHayLatinGrammys es la etiqueta que la identifica. Sobre ella, surfean los pesos pesados de la llamada “música urbana”, Daddy Yankee, Maluma, J Balvin y Nicky Jam.  Pulseo con La Academia, que, aprovechado como operación de marketing, intentarán estirar hasta el 14 de noviembre, en que se conocerán los Premios en el MGM Grand Garden Arena de Las Vegas. Para exprimir más “vistas”, “reproducciones” y “lique” y hasta ganar una categoría para ellos solos.

Han llamado incluso a un boicot contra el Grammy Latino. Así lo ha hecho el productor puertorriqueño Rafael Pina, quien tildó a La Academia de machista por dejar fuera de los Grammy Latinos a la representación femenina de la música urbana, en particular a. Natti Natasha, Karol G y Becky G. Por su parte, J Balvin –con dos nominaciones al igual que Bad Bunny-  publicó un video a través de IGTV en el que expresó su inconformidad. Para el colombiano, el género ha sido denigrado y pone como ejemplo que las nominaciones son al género “urbano” y no al reguetón. Para Balvin, los miembros votantes deben reconocer la diferencia entre los géneros como el reguetón, el trap y el rap.

Frente a lo que vale preguntar, ¿Cuántos géneros históricamente reconocidos y de más densidad identitaria que el reguetón compiten en la categoría de Mejor álbum tropical tradicional?  Sacos que acumulan históricamente - junto a Mejor canción tropical y Mejor álbum contemporáneo/fusión tropical -la mayoría de las nominaciones de los artistas nacidos en una potencia musical como Cuba y en la que este año han sido considerados: “Andrés Cepeda Big Band (En vivo)” por Andrés Cepeda, “Vereda tropical” por Olga Cerpa y Mestisay, “Lo nuestro” por Yelsy Heredia, “A journey through cuban music” por Aymée Nuviola y “La llave del son” por el Septeto Acarey.

Con el proyecto "Vereda tropical” la intérprete canaria Olga Cerpa García y la agrupación de música popular Mestisay, opta por el Grammy Latino como Mejor Álbum Folklórico. Una producción discográfica, cocinada a fuego lento, en el que concurren músicos y artistas de Canarias, México y Cuba. En la producción del disco participan la mexicana Banda Sinfónica de la Facultad de Música de la UNAM, la cubana Big Band de la Amadeo Roldán de La Habana y la canaria Banda Sinfónica Municipal de Las Palmas de Gran Canaria. Célebres y conocidos boleros, rumbas, cha-cha-chás y sones, entre otros aires que forman parte de la memoria musical de muchas generaciones latinas. Muchos de los compositores del disco son cubanos, entre ellos Ernesto Lecuona con su “Aquella tarde. El video de ese clásico de que es aquella tarde “Aquella tarde” interpretada junto a la cantante cubana Ivette Cepeda, tan solo cumula unas tres mil visualizaciones, pero es una joya musical.

Desde 2004, los Grammy Latinos premian al reguetón en su ceremonia a través de las categorías “Mejor fusión/interpretación urbana”, “Mejor álbum de música urbana” y “Mejor canción urbana”. Los datos demuestran, sin embargo, que el reguetón ha sido el favorecido de esa misma academia que critican. En el 2017 la gran ganadora fue “Despacito” que les otorgó cuatro gramófonos a sus creadores; ese año René Pérez (Residente) con una propuesta alejada del reguetón, si bien fue uno de los más nominados quedó solo con dos premios. Para la edición del 2018, J Balvin lideró las nominaciones. Este mismo año, entre los nominados en esta categoría, son muchos más los reguetoneros que los representantes de otros subgéneros urbanos. Por demás, una de las más nominadas, Rosalía, creadora del flamenco-trap, puede considerarse dentro de dicho género. Una de su nominaciones, en la de Mejor canción urbana, es por el tema "Con altura", a dúo con el reguetonero J Balvin.

Maluma vertió su decepción sobre sus más de 40 millones de seguidores en Instagram. No estuvo considerado en ninguna de las categorías con su álbum 11:11. “Una desilusión bien cabrona no tener siquiera una nominación, tanto esfuerzo, el mejor disco que hecho en mi vida, los juntes con los que siempre soñé, Madonna cantando en español.... Definitivamente se queda uno confundido y sin saber qué pensar. Lo único que queda claro es que el premio más grande es ver conciertos a reventar y un público que te quiere y se identifica contigo”- compartió en la red.

Tras la protesta de los reguetones, la Academia Latina de la Grabación les respondió, a través de un comunicado. Dijo que las nominaciones resultaron de un proceso de votación, que están abiertos a escuchar las críticas constructivas e invitó a los representantes del género a involucrarse con la Academia y a ser partícipes de los procesos de la misma. “La Academia Latina de la Grabación sigue un estricto proceso de votación desde hace 20 años. Los miembros de la Academia, por medio de sus votos, seleccionan el material que consideran merecedor de una nominación”- explicó la organización. “En su más pura esencia, La Academia Latina de la Grabación pertenece a sus miembros, de todos los géneros, y nuestras puertas siempre están abiertas. Juntos podemos encontrar fórmulas ganadoras. Sumémonos todos a resolver de fondo esta situación”, finaliza el comunicado.

Se reconoce que los Grammy Latino no nominan por rating, ventas o éxitos. En principios y para que perdure su credibilidad, deben dar muestras de que prima la calidad y la defensa de la diversidad. Sin embargo, no considero que la Academia actúa siempre al margen de los “números”. ¿Habrá sido casual que, en la pasada edición, el premio al mejor vídeo musical, fue para “Pa dentro”, de Juanes con 54 millones de visionados en YouTube frente a los 32 del de Rosalía?

En su momento el mismísimo Abaroa Jr., presidente de la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación, comentó sobre la “sorpresa” que recibieron los expertos por la “tanta fuerza” alcanzada por el reggaetón, “es fenomenal cuando eso sucede porque nos enseña a todos que la belleza del negocio de la música es que nadie la puede predecir” .

Basada en Miami, La Academia está integrada por profesionales latinos de la industria musical, incluyendo músicos, productores, ingenieros de grabación y otros profesionales creativos y técnicos. Entre su directivos predominaban los provenientes las trasnacionales de la televisión y de la industria del entrenamiento Así lo confirma, el ultimo refuerzo en el equipo ejecutivo. Por tanto, la subjetividad de los votantes está amoldada por sus contratos con las disqueras y las actividades de marketing personalizado; más la influencia de los medios de difusión, que manejan su parrilla en base a los incentivos monetarios de sus patrocinadores, las disqueras, los productores y los propios músicos nominados. 

Uno de los objetivos de la Academia, el de “crear una conciencia más amplia de la diversidad cultural”, ha quedado secuestrado por los intereses mercantiles de la industria. Así lo señaló su presidente: “Sí han desaparecido muchas categorías, (…) lo siento en el alma, me duele el corazón, pero no puedo ir en contra de lo que dicta el mercado o lo que está pasando, pero tampoco podemos mantener categorías que hoy en día ya no se comercializan”. Y ciertamente, quedaron “en el camino” el Merengue, la Cumbia, la Música Tropical Mexicana, la Música Grupera, la música romántica de Brasil, y “está cojeando la ranchera”.

Es un hecho, el reguetón domina la escena latina desde hace unos años, pero como se recordó a propósito de esta polémica, en 1959, cuando nació el otro Grammy, “el rock and roll dominaba la escena americana, y los triunfadores fueron Domenico Modugno, Henry Mancini, Frank Sinatra o Ella Fitzgerald por poner un ejemplo. Ni rastro del rock, ni rastro de un tal Elvis Presley”. Aquel año, “había más música además del rock, como pasa ahora dentro de la música latina. Y el rock no solo sobrevivió, sino que fue la música que se impuso como género dominante”. Por ello, no creo que se extinguirá el reguetón, ni lo de esta edición tendrá que repetirse en las próximas.

En Cuba y entre los cubanos, también es el género más popular, y como el más consumido por los jóvenes el de más. interacciones en las redes sociales.  Acumulan muchas más reproducciones que las propuestas que reconoce el Cubadisco, o los nominados ahora para el Grammy Latino. Pero, ¿alguien pondría competir en calidad musical, rigor estético y aporte a la cultura nacional y universal, al dúo de Yomil y el Danny con el Cuban Sax Quintet, o a Chocolate Mc con el inmenso Chucho Valdés?

El disco Saxofones Live Sesiones, Gran Premio Cuba disco 2019 y  y producido por la EGREM, fue nominado en la categoría Mejor Álbum Instrumental. Un disco sin onomatopeya o golpes de percusión, pero pleno de cubanía.

El pianista y compositor cubano Chucho Valdés el máximo ganador de Grammys en la Isla, está nominado en la categoría Mejor Álbum de Jazz Latino/Jazz por su disco Jazz Batá 2, producido por la compañía discográfica Mack Avenue Music Group.  En YouTube encontré una presentación en vivo del tema que da título al álbum, con la magistral interpretación de la joven violinista de Yilian Cañizares.

"Pareciera que su éxito comercial, o su popularidad -apuntalada en gran medida por la “Payola”-, puede sacar de la mesa de decisiones las letras reprobables del género, los directos pregrabados y llenos de autotune, el facilismo de su línea melódica y el reciclaje hasta el plagio de estructuras compositivas " exitosas". A los altos índices de agresión física, psicológica y simbólica contra la mujer que se manifiesta en el reguetón, demostrados en una reciente investigación realizada por la socióloga Karina Arévalo y sus colegas de la Universidad de Chile.

Los investigadores seleccionaron las cinco canciones reguetoneras más populares en cada año del periodo de 2004 a 2017, lo que representó un total de 70 transcripciones en las cuales analizaron los cambios y tipos de violencia en los que la mujer es la destinataria de las composiciones de los grandes del reguetón. El resultado es alarmante. De las 70, sólo 11 (menos del 16%) no contenían ningún tipo de violencia de género en sus letras; en las otras 59 había 568 menciones a alguna de las cinco dimensiones violentas ejemplificadas. El tipo de violencia más frecuente fue la simbólica (mencionada en 66% de las canciones de la muestra), seguida de la psicológica, la sexual, la física y, por último, la económica.

Si se inventara la categoría de “Reguetón más Violento”, el desilusionado Maluma sería el ganador. En su canción “Cuatro Babys”, hay 44 menciones de violencia, más del doble que el segundo lugar, que fue para La Gata, de Nicky Jam, con 26 menciones.

Podrían en consecuencia, generarse otras campañas, en mi caso, propongo estas dos etiquetas: #SinAutotuneNoHayReggaeton, #SinViolenciaSimbólicaNoHayReggaeton.