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martes, 24 de diciembre de 2024

Quincy Jones en el Olimpo

Falleció a los 91 años el productor de “We Are The World”…

José Ángel Téllez Villalón
en Exclusivo 19/12/2024
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Quincy Jones en el Olimpo
“Su legado trasciende generaciones, dejándonos una inspiración eterna”, comento X Alfonso ( del Facebook de X Alfonso).

Ya casi termina un año marcado por grandes pérdidas en el mundo de la música, entre ellas las del multifacético Quincy Jones a los 91 años. Su publicista de Jones, Arnold Robinson, informó que "falleció en paz" la noche del domingo 3 de noviembre, en su casa de Bel Air, en Los Ángeles, rodeado de su familia. 

"Esta noche, con los corazones llenos pero rotos, debemos compartir la noticia del fallecimiento de nuestro padre y hermano Quincy Jones. Y aunque esta es una pérdida increíble para nuestra familia, celebramos la gran vida que vivió y sabemos que nunca habrá otro como él", indicó la familia en un comunicado. “Él es verdaderamente único y lo extrañaremos mucho; nos reconforta y nos enorgullece inmensamente saber que el amor y la alegría, que eran la esencia de su ser, fueron compartidos con el mundo a través de todo lo que creó. A través de su música y su amor ilimitado, el corazón de Quincy Jones latirá por la eternidad”.

Y como era de esperar, importantes figuras del mundo del espectáculo se manifestaron al conocer la noticia:

"Nadie tuvo una carrera tan increíble como Quincy Jones", publicó Elton John. "Tocó con los mejores y produjo a los mejores". "Qué tipo", agregó.

"La música no sería música sin ti", dijo el pionero del hip hop LL Cool J. "Verdaderamente una de las mentes más grandes que el mundo de la música ha conocido", escribió el prolífico músico Harry Connick Jr. Mientras que el dramaturgo y actor Jeremy O. Harris publicó que las "contribuciones de Jones a la cultura estadounidense fueron ilimitadas".

"Quincy, mi querido Quincy, tú también te has unido a las estrellas y esta mañana me pesa el corazón", publicó la cantante y actriz francesa Line Renaud."Contigo, la vida se balanceaba, tenía jazz, eras alegría y ritmo, ¡eras un genio!".

El dramaturgo y actor Jeremy O'Harris señaló, en la red social X, que las "contribuciones de Jones a la cultura estadounidense fueron ilimitadas". Destacó que fue la primera persona negra nominada al Oscar en la categoría de mejor banda sonora.

“Hoy el mundo de la música despide a un gigante. Quincy Jones fue mucho más que un productor y compositor, fue un revolucionario que rompió barreras y nos enseño a vivir cada nota con pasión y compromiso”, comentó en Facebook el músico cubano X Alfonso. “Su legado trasciende generaciones, dejándonos una inspiración eterna. Gracias, maestro, por abrirnos los ojos y oídos a nuevas posibilidades”, añadió el también arreglista y productor.

Eran expresión de admiración ante el vasto legado de un titán, cuya trascendental carrera de siete décadas abarcó múltiples facetas creativas, como músico, compositor, productor, director, arreglista, artista, propietario y ejecutivo de un sello discográfico, productor de cine y televisión, editor de revistas. 

Un hombre que saltó los lastres que marcaron su infancia, por su origen étnico y de clase, que pasó de ser un potencial delincuente del South Side de Chicago a brillar en el Olimpo de la Música.

Quincy Delight Jones nació en Chicago el 14 de marzo de 1933, hijo de una humilde trabajadora de un banco y de carpintero que jugaba béisbol semiprofesional. Los himnos que su madre cantaba en casa fueron la primera música que recordaba.

Sobre su triste infancia contó en una ocasión a Oprah Winfrey  que "hay dos tipos de personas: las que tienen padres o cuidadores cariñosos, y las que no. No hay nada en medio". La madre de Jones sufría problemas emocionales y acabó ingresada en una institución, una pérdida que hizo que a Quincy el mundo le pareciera "sin sentido". Pasó gran parte de su tiempo en Chicago en la calle, con bandas, robando y peleándose.

"Me clavaron la mano a una valla con una navaja, tío", afirmó a la APen 2018, mostrando una vieja cicatriz. “Estábamos en el corazón del gueto negro más grande de Chicago durante la Depresión y cada cuadra era caldo de cultivo para todos los gánsteres, blancos y negros, también en Estados Unidos. Así que estábamos rodeados de todo eso”, recordó en otra entrevista para la Academy of Achievement.

Pero la música lo salvó. Aun en Chicago, se enteró de que un vecino tenía un piano y comenzó a tocarlo constantemente. Después, cuando su padre se trasladó al estado de Washington, entró con unos amigos a la cocina de un centro recreativo del barrio, y luego de servirse servido tarta de merengue de limón, descubrió en una pequeña habitación cercana un  escenario y un piano.

"Me acerqué, me detuve, me quedé mirando y luego lo toqué un momento", escribió en su autobiografía. "Ahí empecé a encontrar la paz. Tenía once años. Supe que esto era para mí. Para siempre", relató Jones.

A los 14 años conoció a Ray Charles, un joven de 16 años que aún no era famoso y que le enseñó a arreglar y componer música. Ray se convirtió además de maestro y amigo en una gran inspiración. Posteriormente trabajarían juntos en numerosos proyectos musicales.

En Seattle asistió a la Garfield High School, estudió composición y aprendió a tocar la trompeta. Tenía talento suficiente para ganar una beca en el Berklee College of Music de Boston, pero la abandonó para realizar una gira con Lionel Hampton como trompetista, antes de establecerse como arreglista para algunos de los principales talentos de la época.

“La música era lo único que podía controlar”, escribió Jones en su autobiografía. “Era el único mundo que me ofrecía libertad. No tenía que buscar respuestas. Las respuestas no estaban más allá de la campana de mi trompeta y mis partituras garabateadas a lápiz. La música me hizo pleno, fuerte, popular, autosuficiente y genial”.

El joven Jones trabajó como compositor independiente, director de orquesta, arreglista y productor. Con 20 años ya estaba de gira con su propia banda, pero no le era suficiente.

"Teníamos la mejor banda de jazz del planeta y, sin embargo, nos moríamos literalmente de hambre", declaró Jones más tarde a la revista Musician. "Fue entonces cuando descubrí que existía la música y existía el negocio de la música. Si quería sobrevivir, tendría que aprender la diferencia entre ambos", rememoró.

Entonces emprendió una carrera como compositor, arreglista  y productor en las  industrias de la música, el cine y la televisión. En la década de 1960 compuso más de 35 bandas sonoras, entre ellas las de "El prestamista", "En el calor de la noche" y "A sangre fría".

Su trabajo en la banda sonora de "The Wiz" le llevó a asociarse con Michael Jackson, protagonista de la película de 1978. “Me encantaría probar a producir tu disco” le lanzó cuando había intimado con él. . "Volvió y se lo dijo a la gente de Epic Records, que le contestó: 'De ninguna manera, Quincy es demasiado jazzístico'. Michael fue persistente, y él y sus managers volvieron y dijeron: 'Quincy producirá el álbum'. Y empezamos a grabar Off the Wall. Irónicamente, fue uno de los álbumes más vendidos por los Black en su momento, y ese álbum salvó todos los trabajos de la gente que decía que yo era el tipo equivocado. Así funcionan las cosas", contó ala revista Time en 2009, tras la muerte de Jackson.

La versatilidad e imaginación de Quincy Jones contribuyeron a desarrollar el explosivo talento de Jackson, que pasó de ser una estrella infantil a el "Rey del Pop". Para "Thriller", algunos de los toques más memorables partieron de Jones, que reclutó a Eddie Van Halen para un solo de guitarra en "Beat It", que fusiona géneros, y trajo a Vincent Price para una macabra voz en off en la canción principal. El disco vendió más de 20 millones de copias sólo en 1983 y ha sido considerado el álbum más vendido de la historia, con más de 70 millones de copias.

"Si a un álbum no le va bien, todo el mundo dice 'fue culpa de los productores', así que si le va bien, también debería ser 'culpa tuya'", subrayó Jones en una entrevista con la Biblioteca del Congreso en 2016. "Las pistas no aparecen de repente. El productor tiene que tener la habilidad, la experiencia y la capacidad de guiar la visión hasta su finalización", remarcó entonces.

La versatilidad fue unos de sus dones, como compositor y arreglista. Se sentía a gusto con prácticamente todas las formas de música americana. Trabajó con gigantes del jazz (Dizzy Gillespie, Duke Ellington), raperos (Snoop Dogg, LL Cool J), crooners (Sinatra, Tony Bennett), cantantes pop (Lesley Gore) y estrellas del rhythm and blues (Chaka Khan, Queen Latifah).

Su amplio catálogo como compositor ha sido sampleado por varios artistas. Una de las canciones de Jones con más licencias es “Soul Bossa Nova” de 1962, utilizada para la Copa del Mundo de 1998 en Francia, la película Take the Money and Run (Robó, Huyó y Lo Pescaron, 1969) de Woody Allen, las cintas de Austin Powers y la serie de televisión Glee.

Jones fue hasta el último momento un creador y promotor de estrellas, sobre todo afrodescendientes. Dio a Will Smith una oportunidad clave en la exitosa serie de televisión "The Fresh Prince of Bel-Air", que Jones produjo, y a través de «El color púrpura» presentó a Winfrey y Whoopi Goldberg a los espectadores. Otro que ha recibido su apoyo es el pianista cubano Alfredo Rodríguez Salicio.

"Mi filosofía como hombre de negocios siempre ha tenido las mismas raíces que mi credo personal: aceptar a las personas con talento en sus propios términos y tratarlas con justicia y respeto, sin importar quiénes sean o de dónde vengan", escribió en su autobiografía

La lista de sus honores y premios llena 18 páginas en su autobiografía "Q", de 2001. Fueron  28 Grammys, dos premios honoríficos de la Academia y un Emmy por "Roots". También recibió la Legión de Honor de Francia, el Premio Rudolph Valentino de la República de Italia y un homenaje del Kennedy Center por sus contribuciones a la cultura estadounidense.

Fue también un activista por los derechos civiles, desde que asistió en 1968 al funeral del reverendo Martin Luther King Jr. y que entablaraamistad con el reverendo Jesse Jackson. Jones se dedicó a la filantropía, afirmando que "el mejor y único aspecto útil de la fama y la celebridad es tener una plataforma para ayudar a los demás".Fundó la Quincy Jones Listen Up! Foundation para conectar a los jóvenes con la música, la cultura y la tecnología, y dijo que durante toda su vida le impulsó "un espíritu de aventura y un nivel criminal de optimismo".

Produjo y dirigió la grabación del disco benéfico de 1985, “We Are The World” (Somos el mundo). Para lo cual reunió a 46 de los cantantes estadounidenses más populares de la época, entre ellos Jackson, Bruce Springsteen, Tina Turner y Cyndi Lauper. El proyecto fue concebido para recaudar dinero con el fin de ayudar a quienes sufrían una hambruna devastadora en Etiopía.

"La vida es como un sueño, decía el poeta y filósofo español Federico García Lorca. La mía ha sido en Technicolor, con sonido Dolby completo a través de amplificación THX antes de que supieran lo que eran estos sistemas", escribió en sus memorias esta leyenda de la música.

Quincy Jones visitó a Cuba en 2017, como invitado al concierto que se realizó en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, para celebrar el Día Internacional del Jazz.


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José Ángel Téllez Villalón

Periodista cultural


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