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lunes, 25 de noviembre de 2024

Famoso que se rajan (por donde mismo le dictan)

No debería extrañarnos que las trade marks españolas Alex Ubago y el dúo de Andy &Lucas, o la mexicana Kalimba, renieguen de participar en el San Remo Music Awards Cuba...

José Ángel Téllez Villalón
en Exclusivo 04/02/2022
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Andy y Lucas
ien pocos originales fueron al intentar justificar sus ausencias. Se agarraron de las mismas falacias de la jauría que los atacaron en las redes sociales, bajo la amenaza de un boicot si se presentaban en Cuba, por “ayudar a limpiarle el rostro a la dictadura cubana” (Foto: Mediaset).

“La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días, es la historia de las luchas de clases”, apuntaron Marx y Engels en 1848, en su esencial Manifiesto. Devenir  que comprende la lucha por el poder simbólico  entre opresores y oprimidos; la colisión constante entre “hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales”, burgueses y proletarios, por distinguir  y valorar,  por asignar (interesadamente) significados a los objetos y a sus representaciones, sentidos a los actos  que activan esas  “relaciones de fuerza”  manifestadas en todas las dimensiones, también culturales, simbólicas, morales, psicológicas y corporales. Es la lucha  “velada  unas veces”, a la que se refirieron;  cotidiana y sutil, en las más triviales escenas de la vida diaria, por la producción del sentido común, por la visión legítima del mundo social.

Luchas simbólicas, disputa por la representación misma del Mundo, que ha condicionado  y cada vez más determina  el “¿quién gana a quién?” en la arena política. Domina, como planteara Bourdieu, la clase que  consiga el “control diferencial” de los “recursos críticos”, capitales;  la que se haga, por propiedad, posesión o administración, del “control diferenciado” de los marcos de significación, comprensión  y explicación de las prácticas humanas, quien posea los medios de producción de sentidos.

Sería contraria a la lógica del sistema capitalista, producir “intelectuales orgánicos” o “famosos” que no posicionen o socialicen los sentidos que les interesa a la clase dominante. Como resultaría “irracional” estimular un comportamiento “anormal”, según los resortes mercantilistas normalizados, según el criterio  o los patrones ya etiquetados como “correctos”, “modernos” y hasta “democráticos”, por estas élites en el poder. Con el poder de asignarle esa significación gane quien gane las elecciones partidistas, ese simulacro que se gana el foco del show politiquero, pero no es el centro de la disputa más trascendente, entre los interesados gestores de los “recursos críticos”, los ricos, y los necesitados.  

Ni Violeta Parra ni Víctor Jara- aludidos de muchas maneras durante las protestas en Chile durante el 2019- serían famosos en los tiempos que corren. Sus nombres no serían marcas registradas, promovidas por las imperialistas industrias culturales, por su conducta y proyección artística, por su credo y su posicionamiento al lado de los vilipendiados de Nuestra América. Las tres grandes disqueras no asociarían sus logos con sus discursos ni su aureola “izquierdista”, como se califica hoy. 

No debería asombrar que las trade marks españolas Alex Ubago y el dúo de Andy &Lucas,  o la mexicana Kalimba, renieguen de participar en el San Remo Music Awards Cuba que se organiza por los ministerios de Turismo y Cultura, la oficina de la UNESCO en La Habana y el sello discográfico EGREM.  Los dueños de la Sony o de la Warner no invertirían en “estrellas de la música” propensos a asociar sus valores de marca con los de Cuba Socialista, etiquetada como “dictadura” por ellos mismos, con el servicio de los más poderosos medios productores de sentidos.

La campaña orquestada por los odiadores de Miami que doblegó a estos tres “famosos “ cuenta con ese condicionamiento de clase, con su condición de instrumentos de las élites  que dirigen las disqueras y televisoras que lo promueven y con su insaciable deseo de ser ricos. La cultura de la cancelación por la que surfean su linchamiento, engorda por los condicionamientos de la “dictadura del algoritmo” en las “redes sociales” digitales y la “dictadura del videoclip” que como ya hemos planteado produce un público sojuzgado por su emociones.                                        

Como cuentan con el hecho aplastante de que los Estados Unidos, y La Florida en particular, se ha constituido en “El Dorado” de la Música Latina. No por gusto, allí tiene su reino la “farándula de Miami”, cofradía integrada tanto por músicos y productores como por los más poderos empresarios de la industria que maximizan plusvalías con las “estrellas latinas”. Desde allí  debieron recibir advertencias  de  otros antes  doblegados por la dictadura del Mercado y la mafia de los Estefan.        

Alex Ubago y el dúo flamenco tienen programado en los próximos días conciertos en Miami. Sacaron sus propias cuentas, costos y beneficios. No iban a poner en riesgos su presentación en la “capital” del mundo Latino, el honorario por sus presentaciones allí y sus apariciones o entrevistas en los medios de la farándula, a cambio del cariño del pueblo cubano.  Por demás, después de esta negativa de actuar en La Habana, “reconocida” por el mismísimo Marco Rubio”, activará un revuelo beneficioso para sus carreras en manifiesto declive.  

Bien pocos originales fueron al intentar justificar sus ausencias. Se agarraron de las mismas falacias de la jauría que los atacaron en las redes sociales, bajo la amenaza de un boicot si se presentaban en Cuba, por “ayudar a limpiarle el rostro a la dictadura cubana”.

Dijo Andy que desconocía que el Festival era organizado por instituciones gubernamentales, siendo casi las mismas que organizaron  la octava edición del festival Un puente hacia La Habana por el que visitaron por primera vez a nuestro país, en 2019,  y que los motivaron a comentarios como: “Para nosotros es un privilegio estar aquí, hace mucho tiempo que esperábamos que nos invitaran pues conocíamos de la aceptación que entre los cubanos tenían nuestras canciones. Venimos a disfrutar de ustedes y que ustedes disfruten con nuestras canciones” y “Simplemente gracias Cuba. Volvemos a España con muchas emociones vividas. Gracias a Un puente hacia La Habana y a toda la gente que nos ha acompañado en esta experiencia", escribían en sus redes sociales junto a algunas fotos de sus conciertos.

Alex Ubago comunicó en su cuenta de Twiter:  "Quiero comunicar mi decisión de no viajar a Cuba para mi actuación en abril de este año. A pesar de mis fans en la Isla y de la ilusión que me hacía estar allí por primera vez, tras tener toda la información sobre la organización del evento y dada la situación que está viviendo el país, creo que no debo ir. Gracias por la comprensión", finalizó.

Sin embargo, no cuestionó a las autoridades colombianas durante la parada en el país cafetero de su tour Canciones impuntuales, en noviembre del 2021, y que comprendió conciertos en Medellín, Manizales, Bucaramanga, Bogotá y Barranquilla.

“Me siento feliz, súper y agradecido con Colombia, el cariño que me dan acá es enorme. Lo mío con este país no es algo pasajero, es una relación ya larga, y aunque he venido a Colombia en varias ocasiones, tenía muchas ganas de esta gira porque tuvimos que aplazarla por culpa de la pandemia, pero estoy muy feliz de cerrarla en una ciudad tan especial como lo es Barranquilla”, compartió entonces y en este mismo tono fueron sus cometarios a la prensa local. 

Mutis sobre la situación que estaba viviendo el país y por las 63 personas muertas durante las movilizaciones de protesta que comenzaron a finales de abril de ese año con el Paro Nacional. Según el informe de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la que dictaminó, además, que el 76% de las muertes se debieron a heridas de bala, al menos 28 de las muertes fueron obra de agentes de la policía y que un mínimo de diez de ellas serían responsabilidad de miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Nacional. A las muertes documentadas se añadieron los reportes de 60 casos de violencia sexual presuntamente a manos de la policía.

¿Habrá sido por “desinformación” o conformando lo sentidos que le dictan?  En febrero del 2020, al cerrar la Expo Feria “Yo creo en Quillota” 2020, tan solo comentó: “soy consciente de la situación que está viviendo el país, por desgracia y por supuesto teníamos un compromiso con la gente de Quillota. Y aquí estamos, felices y sobre todo muy contento de que se haya podido realizar el concierto, y deseando que las cosas mejores. Ha sido maravilloso. Ha sido un concierto para recordar, un lugar grande”.Pero la situación de Cuba, con un muerto durante las revueltas el 12 de julio en La Guinera  y ningún joven tuerto por manifestarse, le insufla una “conciencia” mayor.   ¡A otro con ese cuento!       


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José Ángel Téllez Villalón

Periodista cultural


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